domingo, 25 de marzo de 2012

COMPARSA LA MILAGROSA (2000)


Buenos días, buenos días... 
Bueeeenos días 
¡Qué día más lindo
ha parido la luna, 
como esta mañana 
no recuerdo ninguna. 
Abran los balcones, 
dejen entrar al cielo, 
abran sus sentidos 
y oigan al buhonero. 
Están de suerte amigos, 
un golpe de viento ha traido hasta esta 
simpatiquísima localidad a: 
¡La Milagrosa! 
El carro prodigioso, 
poderoso, maravilloso. 
Millones, cientos, miles 
han sido las personas que, 
confiando en nuestras humildes manos, 
han dado un giro a sus vidas. 
Ciudadanos, ciudadanas, 
hoy le verán la cara 
a la vieja de occidente. 
Tres mil años duermen 
entre cuatro paredes 
trocitos de Cai, 
vamos a ver quién lo quiere. 
Les ruego presten atención, 
de uno en uno por Dios, 
qué hay remedios para todos. 
Pues traigo el poder inmortal 
de la diosa del mar, 
de cristianitos y moros. 
En esta plaza tan linda 
montaré por hoy mi puesto, 
la Tacita está de saldo 
y usted mismo pone el precio. 
Para los niños chiquetitos, 
pa esos cariños que se fueron, 
para las duras y las maduras 
to lo cura el buhonero. 
Pa los mocitos y las mocitas, 
para las viejas pellejonas, 
para los celos y las envidias, 
¡pa las lenguas criticonas! 
Unguentos, hierbas, elixires 
y un milagro por persona. 
La Milagrosa abre sus puertas 
de par en par, 
oir las ruedas como cantan, 
lo que usted quiso y nunca tuvo 
aquí está en el carromato, 
si soñar es tan barato. 
Salir de casa que el coplero ya regresó, 
¡quién dijo que no volvería! 
¡Ja, ja! ¡Se equivocó! 
La Milagrosa les ofrece 
sus mejores mercancias, 
les desea buenos dias,
buenos dias, buenos dias... 
¡Buenos días!



Dime quien coño tas creio
querido Antonio
que criticas a to el mundo,
escupiendo demonios.

De no ser por esas letras,
¡Ninguno! te escucharia
igualitos que los otros, niñato,
que es poesia.

Con "Campuzano" comenzastes,
este castigo
no han pasao ni 20 años
y no tienes amigos.
Al fina querras un busto que ponga: poeta
te vamos a dar un carajo
de los que hay en la Caleta

Insultastes al gallinero y a los puristas
nuestras fiestas de los toros, las toreastes
A favor de las mujeres y los mariquitas
pero en que planeta vives, Maritnez Ares?

Al PP en la yugular, siempre tienes que ser tu,
contra el Papa, contra dios,
en tu pluma se esconde tu cruz

Si un señor hace fortuna,
por vender carne podria
que mas da to esos negritos
si en la selva y esos sitios
comen muchas porquerias

Que te escriban en la prensa,
comla tu orgullo tirano
porque eres tan carajote
que piensan como el Quijote:
"Ladran luego cabalgamos"

Desde que tu aparecistes,
te has sentio un superhombre
no respetas ni a los muertos,
nadie, nada que te importe

Pues te recuerdo buhonero
que otros muchos ya calleron
por decir sin ningun miedo,
cada cosa por su nombre!!!

Acérquense todos no pierdan momento 
que La Milagrosa ha llegado a este pueblo.
¡Señores! ¡Señoras! ¡Infantas y abuelos!
¡Milagros de Cádiz que son milagros del cielo!
Plata de la mar que a la luna roba su brillo.
Caracolas con pssss pececitos dormidos.
Levante en botella. Si lo dejas ir no lo agarras
y como en cualquier otro carro,
¿Alegría? Nooo, chatarra.
Arena de oro. Torretas más altas no vieron.
¿Tal vez un barco? ¿Dos barcos? ¿Tres barcos?
¡Un Astillero!
Perfumes fenicios para las mujeres hermosas.
La sal de la gracia, la luz, el sol por su casa. 
Disfraces, estrellas de agua, las coplas. 
Cañones sin fuego, Vamos, vengan sin miedo.
De todo, hay de todo en La Milagrosa.
Milagritos, milagritos, milagritos, milagritos.
Remedios de Cai pa pobres y ricos, ay.
Milagritos milagrosos, milagritos milagreros.
¡Los precios, chiquilla, que están por los suelos! 
Vasijas romanas, lucernas. faroles, piedras ostioneras, conchas de colores, carnets de paraos, sortijas, 
velas de veleros, monedas, azulejos, poemas,
especias, refranes,sombreros. 
Acérquense todos, no pierdan momento,
si el mundo se deja, el mundo les vendo.
Queremos advertirles:
no somos como los otros buhoneros.
Que les da igual engañar
con tal de llevarse los dineros.
Todito todo lo que les ofrecemos
remedios son de alta calidad
y con la mano en el corazoncito,
aseguramos, prometemos y juramos
que diremos la verdad, la verdad,
la verdad y nada más que la verdad.
Tome estas hierbas al irse a acostar,
mano de santo pa los catarros.
Él probó este ungüento como loción capilar
y en un mes dejó de estar calvo.
Contra el reuma estas cataplasmas y
correrá como las mismas liebres.
¡Eh viejo! Aplíquese esta pomadita,
¡Azuquita! Y qué peligro con las mujeres.
Pa las depresiones chupe estas hojas muy tranquilito.
Y para los males, males de amores
eso lo arreglo con unos polvitos.
Con este bebedizo fuera afonía...
¡Una demostración! ¡Kiki! 
Este hombre no veía tres en un burro 
y con esta agüita ahora ve dos.
Y también tenemos 
Pa los calores, roedores, sudores, picores, 
temblores, ardores, temores, vapores 
y toda clase de dolores.
Esta es la verdad, la puritita verdad.
Hay una regla en este carro; el buhonero nunca fía 
para que jamás nos suceda lo que a la vieja Andalucía.
Una mañana los charlatanes, 
dando esperanzas dando soluciones 
y les compraron sus patrañas, los ganaderos, 
los obreros, los pescadores.
Y les hablaron de trabajo, de proteger a las mujeres.
Por miles se acercaron, oyeron, suspiraron 
y cayeron en las redes.
Sus recetas milagrosas, sus mentiras piadosas 
por el sur las derramaron.
Y se hicieron poderosos con los votos generosos 
de aquellos que se fiaron.
Embaucadores y farsantes, oradores, comediantes, 
artistas del engaño.
Les vendían, ¡pobrecitos! 
utopías en frasquitos cada cuatro años.
Para que jamás nos suceda lo que a la vieja Andalucía 
hay una regla en este carro; el buhonero nunca fía.
Ha llegao la hora de repartir.
Vamos a repartirm vamos a repartir.
De lo que hemos podío vender por aquí.
Lo que sea pa ti, lo que sea pa mi.
Y pa mi, y pa mi, antes de comer, antes de dormir, 
Vamos a repartir.
Me han comprao una luna de La Caleta.
¿Con agua o sin agua? ¡La luna quieta! 
¡Señores, yo el muelle con tus barcos! ¡Qué poderío! 
¿Si nadie lo quiere? ¡Po lo he vendío! 
Yo, pregonando, no menos treinta libretos, 
de chirigotas, comparsas y cuartetos.
¡Me lo he currao! ¿Y los coros, qué? 
Los coros na, ni regalaos.
Yo, el ayuntamiento.¿Con sus ladrones? 
Yo, la autopista.Ole, sus cojones.
Yo, el vaporcito.Yo un casco antiguo.Yo, una catedral.
¿Y tú qué? Yo na.¿Y tú qué? Yo na.
¿Na de na? ¡Na de na! 
Pues prepara la cena.Y tú luego a fregar.
Cai de fanfarrones y de pirigaña.
Cai de trabalenguas.Cai de mis entrañas.
Yo maldigo mi suerte como maldigo el dinero.
Y que Dios me perdone por vender lo que más quiero.
Al cobijo del fuego las llamas nos traen 
las voces de los hermanos que se fueron.
Y en esta noche amarga a la mente 
me vienen los versos de un marinero: 
"Si mi voz muriera en tierra 
llevadla al nivel del mar 
y dejadla en la ribera.
Levadla al nivel del mar 
y nombradla capitana 
de un blanco bajel de guerra.
¡Oh, mi voz condecorada 
con la insignia marinera.
Sobre el corazón un ancla 
y sobre el ancla una estrella, 
y sobre la estrella el viento 
y sobre el viento la vela!" 
Que yo también mare mía, quiero morir donde viven, 
donde viven mis poetas, en agüita de la bahía.
Rafalito y Fernando ya están juntitos 
y mandan besos a Cai en los barquitos.
Alegría, alegría, que no se diga, 
que quién se muere en Cai.
¡Dios mío! Que vive pa toa la vida.
La lunita está asomá, la oscuridad se hizo presente.


COMPARSA DO RE MI FASOLEANDO (1992)


La clave de sol ya forma 
un pentagrama en la Caleta. 
El viento mece las teclas, 
columnas de la Alameda. 
Las estatuas se sonríen. 
Las campanas juegan. 
Las caballas van buscando 
coloretes "pa" los niños. 
Los erizos van pinchando 
con veneno de tanguillos. 
Febrerillo está poniendo 
sus instrumentos a cuesta. 
Se abren las olas "pa" que salgan 
"Los Hombre-Orquesta". 
Suena Cádiz una vez más 
Rompe mi alma con tu compás. 
Cuanto te quiero. Cuanto te quiero 
Siempre dando la nota por Cai. 
Formando orquestas donde no hay. 
Musiquillo de tus calles. 
Penitentes del platillo. 
Dale Cai, fuerte al bombo, 
al bombo, al bombo, 
del corazón mio.


Yo no te digo que seas tú 
ni mejor, ni peor que ninguno, 
pero Cai merece un respeto, 
tú lo sabes, Carlos, que eso es seguro. 

¿De qué sirve a este rincón 
ser la madre de todo Occidente? 
Si por no llegarle a este pueblo 
no le llegan, bueno, ni hasta los trenes. 

¿Y quién hizo dormir a los Astilleros? 
¿Dónde está la flor del Muelle pesquero? 
Que no lo entiendo yo. 
La Universidad, ¿Dónde está escondida?, 
¿Por qué se nos van barcos pa Algeciras? 
Aquí no queda más que playa y Carnaval. 
Tres mil años de sol se pudren al llevar noventa y hondo. 

Dime tú porque tenemos que ser 
por siempre el culito de España. 
Dime tú porque Cai sólo es 
paraos, fiestas y comparsas. 

¡Dime! ¡Dime! ¡Dime! 
Ropopopopopopo. 
Dime, porque yo no encuentro, Carlos, 
una razón que me convenza. 
Dime que será de nuestra ciudad 
si a las puertas de un cementerio 
Barroso te saca las perras. 
Que mi suegra ya no es calva 
en el Patio de las Malvas 
pa poder salir de pobre. 
Que las uñas las perdió con el PSOE. 
Yo no digo que tú seas 
otro que se cachondea 
de to nuestros sentimientos. 
Yo sólo te digo ¡Por Dios! 
Que Cai se está muriendo.


La niña del 3x4 ha puesto un disfraz en mi casa, 
ha dejao un bombo de coplas, acurrucao, una guitarra, 
y en medio de los platillos una nota en la que pone: 
"Quiéreme otra vez un poquito, 
quiéreme otra vez un poquito, 
musicón, de mis amores". 
¿Dónde está la tierra sagrada 
que hace música en los mares, 
recitado de un niño de viento y de una niña de corales? 
Mira, que me han dicho que falta poco por llegar, 
al son de la orquesta. 
Que sí, "Do-Re-Mi-Fasoleando" 
a bombo y platillo, revienta las calles. 
Una Tierra que de instrumento, que me llena las entrañas, 
y que esconde entre Febrero los pecaos en las guitarras, 
la que lleva tres mil años, sin parar, siempre cantando, 
su deseo. 
Un lugar que en Carnaval se disfraza de algún sueño 
y "Do-Re-Mi-Fasoleando" se hace viejo. 

Rueda que te rueda, 
en un bombo va dormida mi canción, 
los sonidos de mi alma en un pantalón, 
de pueblo en pueblo, siempre, ahí estoy yo. 
Yo cojo los diamantes de las nubes 
y los pongo en un "Do-Re-Mi". 
Dicen: "Se nota en el platillo que eres feliz". 
Es mi vivir. 
Me dicen: "¡Uuhhhhh!". 
Tú igual, siempre poniendo rizos al escándalo, 
buscando flores en los tambores, sin ton ni son, 
tú siempre rueda que te rueda, ¡Ohhh! 
¡Paraparapapa! ¡Paraparapapa! ¡Yarayarayara! 
Me dicen: "¡Uuhhhhh!". 

Limosnas pa las coplillas, borrachos 
de pacotilla, 
la incultura popular, cantando por 
los rincones 
ahí van los señores pobres, escondíos 
en un disfraz, 
que el teatro es digno pa gente seria 
de las que antaño solían matar, 
el teatro Falla es pa la realeza 
¡Por Dios! No vayamos a comparar. 
Carnavalero gracioso, 
cántame algo bufón, 
que mi mujer tiene antojo. 
¿De qué me vale ser un artista 
llorando coplas por los Febreros, 
si cuando mueren los estribillos 
sigo siendo el mismo analfabeto? 
Martirios, rejas y cordeles 
no tiene comparación, 
Con tanto como me duelen los ricos 
de este rincón, 
Malditos sean los que piensan, 
que somos gente de Circo, 
y luego matan sus penas 
formándose sus verbenas. 
Borrachos con su cultura, 
y cantando el Vaporcito. 

Vámonos por esas calles pa sobrevivir, 
si nadie va a tocarte las campanas te lo inventas, 
porque sí, 
en el cielo, un orfeón, 
en la armónica, el amor, 
venga ritmo, que es tu ritmo, piénsalo. 
Toca: "Papapapapapa" (Armónica). 
"Paparapapapa" (Armónica). 

Siempre con la misma cantinela, 
platillos de la guerra, discreción. 
Enormes bombas del olvido, 
las escalas del suspiro, 
este mundo ya no tiene solución, verás: 
Metrallas, dos por tres, en el pentagrama, 
violines de las balas sin control, 
pianos andan talego, 
los cañones pintan fuego, 
la orquesta más antigua que hizo Dios, 
porque, pobres almas en desgracia, 
¿Qué haréis después? 
¡Cuánto ruido del dolor se esté riendo en mi mayor! 
Gritaré y después, 
pobres almas en desgracia, triste canción. 
Si tu quieres hacer reír, entonces ponte un corazón, 
forma una orquesta nueva, forma una nueva función. 
Y que nunca canten más esas pobres almas en desgracia. 

Abre la ventana, que entren las canciones, 
sonidos que no tengan sangre escondías en las flores. 
Los ritmos sin guerra, estribillos sin hambre, 
arreglo para tantos niños que no son iguales. 
Grandes sinfonías, sin muerte ni droga, 
una partitura sin nota negra y dolorosa. 
¡Sí! Abre y que entren las voces 
de las oberturas que una dictadura no las deja hablar. 
Ya ves si hay miseria, sin hechos sin cuerda, 
una melodía divina, que no marche ese Dios, 
mi Dios. 
Será que la niña ya está 
abriendo la casa de los papelillos, 
Será que el veneno aquí está, 
en toa la garganta de los musiquillos. 
Puede ser "¡Tachín!", puede ser "¡Tachán!". 
Lo negro es otro cantar. 
"Do-Re-Mi-Fasolenado" ¡SÍ! 
"Do-Re-Mi-Fasolenado" ¡YA! 
Las nubes se abren y Cádiz va a comenzar 
a ¡DO-RE-MI-FASOLEAR!